Muchos grupos de personas organizadas bajo el título de su secta religiosa o denominacion programan realizar “servicios de avivamiento” o “servicios de despertar”.  Para el incrédulo la pregunta es: ¿por qué? ¿Para qué es esto? ¿Cuál es la necesidad? ¿Por qué celebrar a Dios?  ¿Creen que Dios los va a visitar? ¿A qué se debe toda tanta emoción? Al igual que estas preguntas, hay muchas más que he escuchado a lo largo de los años por parte de no creyentes en Dios que cuestionan estos eventos.

         Cualquiera que sea el motivo de estos acontecimientos, aparte de los ojos de la comunidad incrédula que ve y se pregunta con escepticismo, el barómetro debería ser leer la autenticidad de las personas que actúan como si buscaran a Dios o creyeran en Dios.  Los creyentes y aquellos que proclaman creer en Dios deben ser conscientes de que Dios, al igual que los no creyentes y los que se oponen a las creencias, están observando a quienes profesan su fe de esta manera.  Por lo que ven en la sociedad y leen y oyen acerca de las personas que proclaman la fe en Dios, los no creyentes buscarán maneras de subrayar su propia incredulidad y desacreditar la profesión de fe de otros.  Llegarán incluso a subrayar su creencia en la ausencia de un dios y considerarán los anuncios de avivamiento como ridículos o pomposos y circunstanciales.

          Algunas religiones creen que realizar avivamientos no es de Dios y que tales actividades no están respaldadas por las Escrituras. Algunos comentaristas están preocupados por la imagen que transmite de quienes dicen tener fe.  Cualquiera que sea el evento o las razones del evento, lo que falta es una autoevaluación cognitiva por parte del grupo y de los individuos que profesan creer. El profeta Isaías [יְשַׁעְיָהוּ‎] declaró: “Lávense y límpiense, quiten de delante de sus ojos la maldad de sus obras, dejen de hacer el mal”. (Isaías 1:17).  Si no se aceptan las palabras de Isaías, ¿Cuáles son entonces sus expectativas grupales y individuales?  ¿Esperan bajar a Dios a su nivel?  ¿Hay alguna preocupación o reconocimiento por su arrogancia? ¿Hay alguna consideración para cambiar su egocentrismo y ego?  Tal consideración debe acompañar un deseo transformador de vida y un compromiso de regresar a los caminos de Dios, es decir, un anhelo ferviente de una relación desinteresada con Dios.

        A lo largo de los años, he estado involucrado en estos eventos. Una y otra vez parecía un ritual y no reconocer que sólo se revive lo que está muriendo y se despierta lo que está dormido.  Muy pocos tienen una perspectiva que abarca el compromiso crucial de tener una relación con Dios que no se trata de ellos mismos y de lo que buscan ganar. Muchos se centran en sí mismos.  La vida no se trata de lo que puedes obtener de Dios ahora y después de tu muerte.  Lo sorprendente para “muchos” es que la vida se trata de hacer tu parte con la vida que Dios te ha dado en la tierra.  Vivir el propósito de hacer que el mundo sea santo comienza con todos y cada uno.  Cualquier otra cosa es subestimar a Dios en gran parte de lo que Dios ha hecho por todos nosotros.  Reconocer la profundidad de la gracia que a todos se nos ha concedido es como considerar cada día como un regalo inmerecido.  Retornar a los caminos de Dios con el corazón y el alma hace que Dios se sienta bienvenido en la vida.  Esa es la chispa “revivificadora” para vivir en una relación desinteresada con Dios, y haci es como Dios siempre ha querido.

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